Desarrollo personal y Mindfulness

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Ilustración de una mujer saltando de alegría

 

Podemos entender el desarrollo personal, o crecimiento personal, como el afán de motivación que nos lleva a avanzar hacia delante, o aquello que la persona puede hacer más allá de su desarrollo natural en función de la edad. Para ello se fijan unas metas de las cuales surgirán las dificultades. Y será cómo reaccionamos a dichos problemas lo que determinará la consecución de los objetivos fijados. Por lo tanto, uno de los pilares fundamentales del desarrollo personal radica en aprender a reaccionar favorablemente ante los inconvenientes, y aprender a superarlos.

 

Quien tiene un por qué para vivir soporta casi cualquier cómo. (Nietzche)

 

Por su parte el Mindfulness se puede entender como atención plena y conciencia plena, como presencia atenta y reflexiva a lo que sucede en el momento actual. Pretende que la persona se centre en el momento presente de un modo activo, procurando no interferir ni valorar lo que se siente o se percibe en cada momento.

Como procedimiento terapéutico busca, ante todo, que los aspectos emocionales y cualesquiera otros procesos de carácter no verbal, sean aceptados y vividos en su propia condición, sin ser evitados ni ser controlados. El control sobre los sucesos incontrolables, sujetos a procesamiento automático, requiere de la mera experimentación y exposición natural con la menor inferencia posible.

La meditación juega un papel destacado dentro del Mindfulness, ya que la meditación se define como el proceso a través del cual, la persona observa y se hace consciente de lo que está sucediendo a cada instante en su cuerpo y en su mente, aceptando las experiencias que se van presentando tal y como éstas son.

Los componentes del mindfulness, que provienen del zen, son los siguientes:

  • Atención al momento presente, en lugar de estar pendiente del pasado o del futuro.
  • Apertura a la experiencia, sin interponer el filtro de las propias creencias. En otras palabras, observar la experiencia como si fuera la primera vez, incluso la negativa.
  • Aceptación, o experimentar los eventos plenamente y sin defensas, tal y como son. También como el no oponer resistencia al fluir de la vida.
  • Dejar pasar, despegarse o desprenderse de algo a lo que nos aferrábamos.
  • Intención, o participación plena de lo que se está haciendo, teniendo un propósito, un objetivo personal para movernos hacia ese propósito.